Houston (EEUU), 5 mar (EFE).- La celebración de haber batido su mejor marca individual y de equipo al conseguir 61 puntos le duró poco al alero LeBron James y a los Heat de Miami al ver como 24 horas después de haber vivido su gran noche ante los Bobcats de Charlotte llegaron a Houston y cayeron derrotados por 106-103.
La derrota les costó romper una racha de ocho triunfos consecutivo al no poder con el mejor juego individual y de equipo que tuvieron los Rockets encabezados por el pívot Dwight Howard, que fue la gran figura, y el escolta James Harden.
Howard estuvo dominante en el juego bajo los aros y dentro de la pintura al conseguir un doble-doble de 22 puntos y 16 rebotes, incluidos 13 defensivos, que lo dejaron como el líder que definió la victoria de los Rockets.
Además anuló por completo al pívot Chris Bosh en el duelo individual, sin que el jugador de los Heat pudiese ser factor ganador tras anotar sólo cinco puntos y capturar cinco rebotes.
Mientras que Harden también consiguió un doble-doble de 21 puntos y 11 asistencias, y el ala-pivote Terrence Jones hizo lo propio al aportar 19 tantos, incluidos cinco tantos decisivos en la recta final del cuarto periodo y capturó 12 rebotes.
El alero Chandler Parsons logró 10 puntos, ocho asistencias y cuatro rebotes, que lo dejaron como el cuarto máximo encestador de los Rockets (41-19), además de realizar una gran defensa contra LeBron James.
Como equipo los Rockets tuvieron un 51 (40-78) por ciento de acierto en los tiros de campo y el 35 (8-23) de triples, comparados al 47 (38-80) y 26 (7-27), respectivamente, de los Heat, que también perdieron el duelo bajo los aros al capturar 33 rebotes por 46 de Houston.
Esta vez, James ni tuvo la inspiración encestadora que la noche anterior mostró ante los Bobcats de Charlotte, ni pudo ser el líder del ataque de su equipo, que le correspondió al escolta Dwyane Wade y al alero reserva Michael Beasley, que anotaron 24 puntos cada uno.
James, que jugó 37 minutos, se tuvo que conformar con 22 puntos (9-18, 0-3, 4-6) y tampoco pudo conseguir los tantos decisivos que necesitó el equipo cuando en el último tiro a canasta falló un intento de triple que hubiese podido empatar el marcador y forzar la prórroga.
Los Heat, que nunca estuvieron al frente del marcador y perdían por 15 puntos a falta de 6:55 minutos del tiempo reglamentario, consiguieron empatar el partido (91-91) después que el veterano escolta Ray Allen consiguió canasta con un tiro en suspensión perfecto tras asistencia de Wade.
Pero eso fue todo lo que consiguieron los Heat, dado que surgió la figura de Jones al anotar cinco puntos consecutivos (96-93) y esta vez la ventaja ya fue la buena porque los Rockets la ampliaron hasta siete (100-93) con 4:44 minutos por jugarse.
Aunque los Heat intentaron de nuevo la remontada, en parte favorecida al perder Harden un balón, el número 18 del partido, a falta de 13 segundos para el final, la noche no iba a ser la de James y su fallo en el último triple que intentó así lo dejó reflejado.
Antes James también había chocado de forma fortuita contra Howard y quedó tumbado en el suelo por unos segundos al dolerse de la nariz, que tiene fracturada y que volvió a protegerse con una máscara de plástico transparente.
El choque también reflejó que actualmente en la NBA no hay nadie más dominante en el juego interior que Howard y eso fue lo que impuso ante el "King", su poder bajo los aros, que sería el factor que decidió la victoria de los Rockets y a James le quitó el protagonismo, al menos por una noche.
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