BRASILIA.- El senador opositor boliviano Roger Pinto canceló la comparecencia prevista para hoy en el Senado brasileño, después de que su huida de La Paz con clara complicidad diplomática llevó a la dimisión del canciller de Brasil, Antonio Patriota, informaron fuentes parlamentarias.
"En su condición de asilado, no quiere estirar la cuerda en un embate político después de la renuncia de Patriota y, probablemente, no desea perjudicar la relación con el Gobierno" brasileño, declaró el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Ricardo Ferraço.
El legislador, que había promovido un encuentro de Pinto con los miembros de esa comisión, apuntó que el senador boliviano "agradeció la oportunidad, pero pidió comprensión pues debe preocuparse con su propia situación".
Este lunes, una vez que quedó claro que Pinto salió de Bolivia sin el debido salvoconducto y con ayuda de los funcionarios de la embajada brasileña en La Paz, el hasta entonces ministro Antonio Patriota decidió presentar su renuncia, que fue inmediatamente aceptada por la presidenta Dilma Rousseff.
El abogado de Pinto, Fernando Tibúrcio, dijo a Efe que conversó con su cliente sobre el asunto y acordaron que "no era conveniente" que acudiera al Senado, sobre todo después de que su turbulenta llegada a Brasil llevó a la dimisión del ministro de Relaciones Exteriores.
Pinto, un enconado opositor del Gobierno de Evo Morales, estuvo alojado en la embajada brasileña en La Paz desde el desde el 28 de mayo de 2012.
Diez días después de entrar en la embajada, recibió de Brasil el estatus de asilado político, pero no podía salir de su país por la falta de un salvoconducto, que Bolivia negaba escudada en que responde a varios juicios por presunta corrupción.
El pasado viernes, sin embargo, abandonó la embajada en un coche oficial escoltado por soldados brasileños que le llevó hasta la ciudad de Corumbá, en el lado brasileño de la frontera.
Fue recibido por agentes de la Policía Federal y desde allí se dirigió hasta Brasilia en un avión privado enviado por el propio Ferraço, quien le esperó en el aeropuerto en la madrugada del domingo.
El senador Ferraço fue quien dio los primeros detalles sobre la salida de Pinto de Bolivia, que para el Gobierno de Evo Morales no ha sido más que la "fuga" de un "delincuente común".
Al saber de la situación, Patriota anunció que el caso sería "investigado", que se tomarían "las medidas administrativas y disciplinarias" correspondientes, y convocó a consultas al encargado de negocios de la embajada en La Paz, Eduardo Saboia.
El funcionario llegó a Brasilia el lunes por la mañana y, en el aeropuerto, dijo a periodistas que, efectivamente, había "ayudado" a Pinto por razones humanitarias.
"Tomé la decisión porque había un riesgo inminente para su vida y una amenaza a la dignidad de una persona", declaró Saboia, quien asumió toda la responsabilidad del caso y dijo que había optado "por la vida" y por "proteger" a un "perseguido político".
El Gobierno boliviano ha exigido "explicaciones" a Brasil por la "fuga" del senador, a quien califica de "prófugo de la justicia".
El malestar fue manifestado este lunes en La Paz por el canciller boliviano, David Choquehuanca, quien mediante una nota diplomática expresó la "profunda preocupación" de Bolivia por "la transgresión del principio de reciprocidad y cortesía internacional".
Choquehuanca aseguró que "no puede ser que, al amparo de la inmunidad diplomática, se transgredan normas nacionales e internacionales, facilitando en este caso la huida" de Pinto.
Según el canciller, "puede ser un mal precedente" que, al amparo de la "inmunidad diplomática", se permitan lo que calificó de "actos ilegales".
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